BPCE de Francia compra el 75% de Novo Banco de Portugal en un acuerdo valorado en 6.400 millones de euros, una de las mayores operaciones bancarias en Europa. La transacción refleja la consolidación del sector financiero.
El grupo bancario francés BPCE ha anunciado la adquisición del 75% de Novo Banco, una entidad financiera portuguesa, en una operación valorada en 6.400 millones de euros. Este acuerdo, uno de los más importantes en el sector bancario europeo en los últimos años, refleja el creciente interés por la consolidación dentro de la industria.
La transacción, que se espera que se complete en el primer semestre de 2026, está sujeta a la aprobación de los reguladores y accionistas. Novo Banco, creado en 2014 como parte de la reestructuración del extinto Banco Espírito Santo (BES), ha experimentado una notable recuperación tras años de dificultades financieras.
"Esta operación refuerza nuestra capacidad para servir a familias y empresas portuguesas, consolida nuestro compromiso con la economía nacional y asegura un futuro sostenible basado en solidez y confianza",
declaró Mark Bourke, consejero delegado de Novo Banco, en un comunicado oficial.
El fondo estadounidense Lone Star, que adquirió su participación en 2017 tras una inversión de 1.000 millones de euros, ha decidido vender su participación. El 25% restante sigue en manos del fondo de resolución portugués y del Estado.
Tras superar pérdidas heredadas de la época de BES, Novo Banco logró su primer beneficio en 2021. Desde entonces, ha consolidado su posición en el mercado financiero portugués, con activos netos valorados en 43.720 millones de euros y una rentabilidad sobre recursos propios del 21,7% en el primer trimestre de 2025.
BPCE ha iniciado conversaciones con las autoridades portuguesas para evaluar la compra del 25% restante, lo que podría llevar a una adquisición total en el futuro. Esta operación permite al grupo francés diversificar su presencia geográfica y aumentar su exposición a préstamos a tipo variable, más comunes en Portugal que en Francia.
Otras entidades, como el español CaixaBank, mostraron interés en la adquisición, pero el gobierno portugués prefirió evitar un mayor control español en su sector bancario.
Este acuerdo se enmarca en una tendencia más amplia de fusiones transfronterizas en Europa. Tras años de poca actividad tras la crisis financiera de 2008, bancos como UniCredit, BBVA y Monte dei Paschi di Siena están impulsando estrategias de expansión.
Al mismo tiempo, los gobiernos están reduciendo su participación en entidades nacionalizadas, facilitando el regreso a manos privadas. Ejemplos recientes incluyen la creciente participación de UniCredit en Commerzbank (cercana al 30%) y su inversión en Alpha Bank de Grecia (20%), así como la compra de AXA Investment Managers por parte de BNP Paribas.
En España, otro movimiento relevante es la oferta pública de adquisición hostil lanzada por BBVA sobre Banco Sabadell, lo que evidencia la intensificación de las operaciones corporativas en el sector.
