Donald Trump ha impuesto nuevos aranceles a las importaciones provenientes de Canadá, México y China. Estas medidas, presentadas como una forma de estimular la economía estadounidense, podrían terminar afectando negativamente a los consumidores.
Donald Trump ha impuesto recientemente nuevos aranceles a las importaciones provenientes de Canadá, México y China. Estas medidas, presentadas como una forma de proteger la economía estadounidense y combatir la inmigración ilegal, podrían tener consecuencias inesperadas para los consumidores estadounidenses.
Los aranceles, que son esencialmente impuestos sobre las importaciones, son pagados inicialmente por las empresas estadounidenses que importan productos. Sin embargo, estos costos adicionales podrían trasladarse a los precios de venta, lo que haría recaer la carga económica sobre los consumidores. Según un estudio de la Universidad de Chicago, la mayoría de los economistas coinciden en que los aranceles generan un aumento en los precios para los consumidores.
Por ejemplo, en 2018, Trump impuso un arancel del 50 % sobre las lavadoras. Como resultado, el precio de estos electrodomésticos aumentó un 12 %, lo que costó a los consumidores aproximadamente 1.500 millones de dólares adicionales al año. Los expertos prevén que los nuevos aranceles propuestos por Trump podrían reducir los ingresos de los hogares estadounidenses, especialmente aquellos de ingresos medios.
Además del impacto en los precios, los aranceles también podrían afectar el empleo. Aunque Trump afirma que estas medidas protegen los empleos estadounidenses, los estudios muestran que los aranceles sobre el acero, por ejemplo, no han generado un aumento significativo en el empleo en ese sector. Por el contrario, algunos sectores que dependen del acero han visto aumentar sus costos de producción, lo que podría haber frenado la contratación.
Finalmente, los aranceles podrían agravar el déficit comercial estadounidense. A pesar de las medidas proteccionistas de Trump, el déficit comercial aumentó entre 2016 y 2020. Parte de este incremento se explica por la reacción de las empresas extranjeras, que han trasladado su producción a otros países para eludir los aranceles.
En conclusión, aunque los aranceles de Trump tienen como objetivo fortalecer la economía estadounidense, es probable que terminen afectando el poder adquisitivo de los consumidores y no logren los objetivos esperados en términos de empleo y comercio.
