El CEO de Ryanair, Michael O'Leary, podría recibir un bono récord de 100 millones de euros si las acciones superan los 21€ durante 28 días, mientras la aerolínea enfrenta críticas por sus servicios y subidas de precios.
El director ejecutivo de Ryanair, Michael O’Leary, podría recibir un bono de 100 millones de euros si las acciones de la aerolínea mantienen su valoración récord durante al menos 28 días consecutivos. Según los datos más recientes, el precio de las acciones superaba los 21 euros desde el 2 de mayo, lo que acerca a O’Leary a cumplir con este requisito.
Hasta el momento, las acciones de Ryanair cotizaban a 23,8 euros, muy por encima del umbral establecido. De mantenerse esta tendencia hasta finales de semana, el CEO estaría en condiciones de acceder al incentivo económico, aunque no lo recibiría hasta 2028, siempre y cuando continúe al frente de la compañía.
O’Leary, quien dirige Ryanair desde 1994, ha defendido el bono argumentando que su gestión ha generado un valor excepcional para los accionistas. "En una época en la que futbolistas y entrenadores de élite ganan entre 20 y 25 millones al año, este incentivo está justificado", declaró en una entrevista reciente.
La cláusula del bono se incorporó a su contrato en 2019 y se extendió en 2022, cuando renovó su vinculación con la aerolínea por cinco años y medio. Bajo su liderazgo, Ryanair se ha consolidado como una de las principales aerolíneas low-cost de Europa, contribuyendo a que O’Leary figure entre los empresarios más ricos de Irlanda, con una fortuna estimada en 1.000 millones de euros.
No obstante, la posible concesión del bono ha generado críticas, especialmente por las recientes controversias en torno a Ryanair. La compañía ha enfrentado quejas por la calidad de sus servicios, desde el proceso de embarque hasta las condiciones a bordo, además de haber incrementado sus tarifas entre un 5% y un 6% para 2025.
Además, la aerolínea ha sido multada en España junto a otras compañías low-cost por prácticas consideradas contrarias a los derechos de los consumidores, como los cargos por selección de asientos o el equipaje de mano. Analistas de Barclays han señalado que la recompra de acciones anunciada por Ryanair podría influir en que el precio se mantenga elevado durante más tiempo.
La polémica también alcanza a cuestiones de gobierno corporativo, como la diversidad e independencia del consejo de administración, así como la gestión de la pandemia y los conflictos laborales. Estos factores han puesto en entredicho la idoneidad del bono en un contexto de descontento generalizado.
