Samsung eleva sus previsiones de ganancias por el aumento en ventas de chips ante posibles aranceles de EE.UU., aunque enfrenta desafíos como caída de precios y retrasos en envíos.
Samsung Electronics ha revisado al alza sus previsiones de beneficios para el primer trimestre del año, impulsado por un aumento en las ventas de chips ante el temor a futuros aranceles estadounidenses.
La compañía estima que sus ventas consolidadas alcanzarán aproximadamente 79 billones de wones surcoreanos (48.800 millones de euros), con un beneficio operativo consolidado de alrededor de 6,6 billones de wones (4.100 millones de euros). Estas cifras superan las expectativas iniciales del mercado.
El beneficio operativo previsto para el primer trimestre de 2025 es significativamente mayor que los 5,2 billones de wones proyectados por el modelo StarMine SmartEstimates del London Stock Exchange Group. Asimismo, las ventas consolidadas reflejan un incremento interanual de casi un 10% en comparación con el mismo período del año anterior.
Tras este anuncio, las acciones de Samsung cerraron con un alza del 0,6% en la Bolsa de Corea. Este repunte se debe, en parte, a la mayor demanda de sus chips DRAM y de sus teléfonos inteligentes con capacidades avanzadas de inteligencia artificial.
La expectativa de posibles aranceles en Estados Unidos ha acelerado las compras de chips, tanto de modelos avanzados como de aquellos considerados "legacy" o menos sofisticados.
Sin embargo, la compañía enfrenta desafíos persistentes, como la caída de los precios de los semiconductores, retrasos en los envíos de chips para IA y pérdidas crecientes en su negocio de fabricación por contrato. Además, está rediseñando sus productos de High Bandwidth Memory (HBM) para cumplir con los requisitos de Nvidia.
La competencia con SK Hynix, que ha invertido fuertemente en el desarrollo de HBM y cuenta con relaciones sólidas con clientes clave, complica aún más el panorama para Samsung. La posible implementación de aranceles en EE.UU. podría obligar a la empresa a reestructurar su estrategia de producción, incluyendo el traslado de algunas operaciones a ubicaciones más favorables.
Otro obstáculo es el retraso en la apertura de su nueva planta en Taylor, Texas, cuya producción, inicialmente prevista para 2024, no comenzará hasta 2026 debido a dificultades para asegurar clientes importantes para su negocio de fundición.
