Las ventas de Tesla en Alemania cayeron drásticamente después de que Elon Musk apoyara públicamente a partidos de extrema derecha. La caída también se reflejó en Francia y el Reino Unido.
Tesla registró una caída significativa en las ventas en Alemania, con una disminución del 59 % interanual. Según los datos de la Oficina Federal de Transporte Motorizado, en enero se registraron solo 1.277 vehículos nuevos, la cifra más baja desde julio de 2021. Esta caída es aún más sorprendente dado que el mercado general de vehículos eléctricos en Alemania creció un 54 %. Tesla perdió así participación de mercado, que cayó del 14 % al 4 %.
Una de las principales razones de este declive es probablemente el activismo político del CEO Elon Musk. Musk se ha involucrado recientemente en la política alemana y ha apoyado públicamente al partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD). Este partido es conocido por sus posturas antiinmigración, euroescépticas y prorrusas. Musk incluso asistió personalmente a un evento de la AfD, donde expresó su apoyo a la cultura alemana y advirtió sobre la "dilución" de los valores debido al multiculturalismo.
Las declaraciones de Musk provocaron una ola de críticas, especialmente dada la sensibilidad de la sociedad alemana hacia temas históricos como el pasado nazi. Sus comentarios de que Alemania no debería mirar constantemente hacia atrás a la culpa de sus antepasados generaron controversia. Además, Musk recibió en su plataforma X a Alice Weidel, líder de la AfD, lo que dañó aún más su imagen en Alemania.
La caída en las ventas de Tesla no se limita solo a Alemania. En Francia, las ventas cayeron un 63 %, y en el Reino Unido, un 12 %. Los expertos creen que, además del activismo político de Musk, la caída podría estar relacionada con la expectativa de los clientes por el nuevo Model Y, que se lanzará en la primera mitad de este año. Otro factor podría ser la escasez de inventario tras la campaña de descuentos del año pasado.
El compromiso político de Musk no se limita solo a Europa. En Estados Unidos, se ha convertido en un aliado cercano del expresidente Donald Trump y ha asumido el papel de "empleado gubernamental especial". Su tarea es implementar la iniciativa gubernamental DOGE, que tiene como objetivo reducir radicalmente los costos. Sin embargo, este papel plantea preguntas sobre si Musk puede concentrarse plenamente en la gestión de Tesla, que enfrenta una creciente competencia en el mercado global de vehículos eléctricos.
